Ahora que te has decidido a cambiar en tu casa la carpintería de aluminio en Fuenlabrada tienes que empezar a tomar decisiones  sobre tus nuevas ventanas. Tendrás que elegir cómo quieres que se abran y también el color y el acabado que quieres que tengan. Muchas veces estas dos cuestiones no son tanto decisión del propietario de la vivienda sino que debe respetarse las características del resto de los ventanales del edificio.

Cuando hablamos de carpintería de aluminio en Fuenlabrada lo hacemos preferentemente de dos tipos diferentes de acabados: aluminio lacado y aluminio anodizado. Dos opciones con características diferentes que te vamos a explicar a continuación. Se trata de dos sistemas de acabado que son muy resistentes a la corrosión. En el caso del aluminio lacado, la protección es máxima frente a los rayos UVA y el deterioro cromático que producen en muchos materiales.

Para lacar los perfiles de aluminio se aplica sobre ellos pintura en polvo que es sometida a diferentes tratamientos hasta conseguir una capa uniforme. El lacado puede realizarse en una amplísima gama de colores. El lacado es la elección idónea cuando las condiciones ambientales no son demasiado agresivas: Humedad relativa baja, temperaturas suaves y no demasiadas horas de radiación solar directa. Además son muy duraderas y apenas requieren muy poco mantenimiento.

Ahora bien, en condiciones más extremas con valores más altos de humedad, temperaturas más bajas, salitre marino en el ambiente, atmósferas más cargadas con humo de fábricas o de la circulación, la mejor opción será el aluminio anodizado. Basado en un proceso de oxidación por electrólisis, consigue proteger perfectamente la superficie que está expuesta a la corrosión atmosférica. Eso sí, la variedad cromática de los anodizados no es tan amplia como en los lacados.

Desde Aluminios Tello te ofrecemos nuestro asesoramiento para la elección de tus nuevas ventanas.